Fue un ingeniero electrónico que diseñó la videoconsola Fairchild Channel F, puesta a la venta en el mercado en 1975 por la empresa Fairchild Semiconductor. Su mayor aporte al mundo del ocio electrónico fue el cartucho de videojuegos, que permitía a las consolas de la época el poder añadir videojuegos sin tener la limitación de sólo poder jugar a los que traían de serie en su memoria.
Este hombre creó la tecnología que permitió cambiar los cartuchos de juego para las consolas de video juegos.
«La razón por la que hice juegos fue porque la gente decía: ‘No puedes hacerlo’. Soy uno de esos que si le dices que no puedo hacer algo, daré la vuelta y lo hará» George Lawson
Lawson se ganó su posición en el club a pulso, lideró el lanzamiento de la Fairchild Channel F, una de las primeras consolas norteamericanas, lanzada en 1976; fue el primer afroamericano en fundar un estudio de videojuegos en 1980 y, cómo olvidar, fue el inventor del cartucho de videojuegos moderno, ese que aún siguen usando los usuarios de Switch y 3DS.
Jerry nació en Brooklyn, Nueva York y siempre se declaró admirador de George Washington Carter, otro inventor y científico afroamericano. A los 12 años logró armar una radio propia con materiales que conseguía en tiendas de reparaciones de televisores en donde también trabajaba para ayudar a su familia.
A pesar de haber atendido a Queens College y a la City College of New York, no pudo licenciarse como ingeniero, eso no evitó que se presentara a una entrevista en Fairchild Semiconductors, la primera empresa en comercializar un circuito integrado, y que fuera seleccionado para el equipo de marketing de ingeniería.
Mientras trabajaba allí desarrolló uno de los primeros juegos arcades norteamericanos, Demolition Derby, lo que impulsó a sus jefes a comunicarle que quizá debería centrarse en el mundo del entretenimiento y ampliar los horizontes de la empresa. Justamente eso hizo ya que Wallace Kirschner y Lawrence Haskel, empleados de Alpex Computer Corporation, diseñaron una consola con un procesador Intel y quisieron vender la idea a varias cadenas de TV.
Era algo nuevo para entonces así que no supieron bien qué hacer, hasta que se toparon con un contacto en Fairchild quien envió a Lawson para que comprobara el producto. Jerry quedó impresionado con el hardware y sugirió a su empresa adquirir la licencia. Así fue como Lawson, Nick Talesfore y Ron Smith trabajaron para hacer de la consola un producto viable para su comercialización.
La primera consola de la segunda generación
El cambio más importante fue introducir una nueva CPU creada por la misma empresa llamada F8 Fairchild. El procesador tenía muchas entradas y salidas, lo que daba una gran cantidad de opciones al usuario, por lo que fue la primera consola que daba acceso a un teclado, controles y cartuchos al mismo tiempo.
Al parecer fue idea de Lawson crear cartuchos, en 1976 las consolas venían con las ROMs (Read Only Memory) soldadas en la misma placa base por lo que todas tenían un mismo título que no podíamos cambiar sin que tuviéramos que soldar otro distinto. De hecho la Failchild tenía dos «preinstalados», «Hockey» y «Tennis». Pero Lawso quería más y, ante esta limitación, quiso que hubiese una manera de intercambiar juegos sin que las personas corrieran el riesgo de electrocutarse.
Por lo que idearon llevar las ROMs a una placa base más pequeña extraíble que en aquel instante llamaron «Videocarts» en lugar de cartucho o «cartridge» en tal caso. Todo giraba entorno a la SRAM (Static Random Access Memory) que básicamente cumplía el papel de conexión a la placa madre de la consola sin tener que soldar la ROM y permitía el poder usarla varias veces.
La Fairchild Channel F (inicialmente llamada Fairchild Video Entertainment System) perdió por goleada ante la Atari 2600 que salió un año después. Cómo no, Nolan Bushnel no fue tonto y tomó la idea de los cartuchos y apostó fuerte por esto ya que su consola original solo tenía soldado un título, Pong. La Fairchild también lo tenía, así como clones de Space Invaders y clásicos como Blackjack o Tres en línea, pero la marca Atari fue demasiado y solo vendieron 250.000 copias de la consola.
Pero el «mal» ya estaba hecho, la Fairchild tuvo casi 30 «videocarts» y la atari cientos, la cosa iría bien por unos años (para Atari) hasta que todo el esfuerzo casi se perdiera por completo con una mala racha de ventas, juegos y desarrolladores sin responsabilidad que hicieron que el público perdiera el interés en los videojuegos, algo que se conoció como el «crash del videojuego» en 1983.
Su legado
Por suerte, Nintendo tenía otros planes y aparecieron con Mario, Zelda y Donkey Kong y, por su puesto, lo hicieron con cartuchos. Así que la idea de Lawson ya era un hecho, ya había cambiado la historia de nuestro hobby. Nintendo se apegó tanto a los cartuchos que terminó «creando» a su mayor rival, pero para esa historia es mejor leer sobre la PlayStation One.
Por su parte, Lawson dejaría Fairchild en 1980 y crearía Videosoft, el primer estudio fundado por afroamericano y se dedicó a producir juegos para la Atari, irónicamente. La empresa cerró pocos años después por el mencionado «crash». Desde entonces ha estado ligado a proyectos interesantes como uno con Stevie Wonder que involucraba despertar a los niños con un reloj que reprodujera la voz de sus padres, aunque nunca se puso a la venta.
Los cartuchos han marcado la relación que tenemos con los juegos, sobre todo a quienes crecimos «limpiándolos» en los 90 al soplarlos.
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